La Última Cena del Señor

Mensaje del Apostol San Juan del 11 de Junio de 2020

(Extractos del mensaje)

Os bendigo en este día tan grande para la Iglesia de Dios esparcida en el universo. Sobre la Tierra recordáis sobre todo la institución de la Eucaristía en la Última Cena. Se veneran el Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo la apariencia dela Hostia.

Todas las veces que celebráis la Eucaristía continuáis lo que nosotros los Apóstoles habíamos comenzado y renovado: el inmenso prodigio de la Transformación del pan y del vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo. Ellos son el verdadero y único alimento dados a los hombres sobre esta Tierra. Todavía no habéis comprendido lo que esto significa. No sabéis cuánto sufren los hijos de Dios en aquellos planetas donde actúa Lucifer y donde no está la Eucaristía. Por gracia de Dios, sin embargo, los Siete Grandes Arcángeles, los sacerdotes del Núcleo Central y los nuevos sacerdotes llenan este gran vacío.

Cuando eleváis la Hostia y el Cáliz en vuestras celebraciones, alimentáis espiritualmente a muchos hermanos de los planetas del bajo Universo, donde no está presente la Eucaristía.

Cada una de vuestras celebraciones debería ser, no solo la participación en el Sacrificio de JESÚS sino también en la potencia de su Resurrección para el bien de muchas almas.

En cada santa Misa vosotros ofrecéis y anticipáis los acontecimientos, porque en el Sacrificio de Jesús está cumplido todo lo que ha sido y será. Se desarma el mal y se le quita la fuerza al demonio. Por esto Lucifer odia la Eucaristía y ha buscado siempre de profanarla de todas las forma. Conoce la potencia de este Sacramento y la fuerza de la participación del pueblo en el Sacrificio Eucarístico. Vuestra participación es la única posibilidad que tenéis de derrotar al mal. Sin la ayuda de Jesús, que entra en vosotros físicamente a través de Eucaristía no tendríais la posibilidad de atravesar ese horrible desierto, árido, y lleno de serpientes y escorpiones que es la vida sobre la Tierra. ¿Qué ayuda tendríais sin la Eucaristía?

Vosotros en cambio fuisteis llamados a comprender bien qué significa participar en la Santa Misa y recibir la Eucaristía: no es un rito, ni una formalidad ni tan siquiera un precepto: es vuestra misma vida; el alimento que Dios os da,”verdadera comida y verdadera bebida”1, como ha dicho Jesús.

Debéis ser Eucaristía Viviente, de otro modo, vuestra misión fracasaría. ¿Si no sois esto sobre la Tierra, qué cosa seríais? Charlatanes, predicadores, fanáticos, miembros de una confesión religiosa? ¿Qué seríais?…

Os bendigo en el Nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

1Cfr. Jn 6, 55