Fiesta de María Santísima Madre de Dios
Mensaje de la Virgen a Stefania Caterina
Queridos hijos:
Os auguro Buen Año, un año lleno de Dios y de su Paz. Hijitos, un nuevo año que se inicia es como una gran página blanca donde Dios escribirá otra vez vuestra historia y la historia de la humanidad de esta Tierra.
Yo soy vuestra Madre y os engendro continuamente y tengo que engendrar muchos hijos aún. Esta es mi tarea: llevar en mi Corazón muchos hijos para engendrarlos a Dios. Siempre he hecho esto y siempre lo haré hasta el fin de los días.
San Miguel guiará a todos los pueblos que yo he reunido en mi seno. Todos los pueblos que yo he engendrado con mi amor San Miguel los llevará a mi Hijo, pero soy yo quien os engendro porque soy vuestra Madre. Os pido que me permitáis engendraros.
Hijitos, el mundo entra cada vez más en el estruendo, en el ruido interior y exterior, en una gran confusión. En medio de todo esto el pueblo de Dios debe resplandecer y entrar siempre más en el silencio divino. Es en el silencio que Dios crea vuestra vida. No digo que no debáis hablar, antes bien debéis seguir anunciando la salvación pero no con el estruendo del mundo, con grandes obras y grandes proclamas; sino con las palabras que brotan de la plenitud de vuestro corazón, de un espíritu siempre puro y siempre nuevo.
Si me entregáis vuestra vida yo os engendraré continuamente. Entonces vuestras palabras serán palabras de vida que brotan frescas como de una fuente siempre viva.
Por eso os invito a profundizar en el silencio vuestro camino, atesorando todas las enseñanzas que se os han dado, como ya os he explicado.
El pueblo de Dios crecerá en todo el universo porque nadie puede ya más detenerlo y sucederá lo mismo sobre la Tierra. Hay muchos hijos sobre la Tierra que esperan una señal para despertarse. Por eso tengo necesidad de todos los instrumentos como vosotros, de la Fundación, y como todo este pueblo; que despierten a mis hijos y los traigan a mí y yo los lleve a Dios. Os ruego, por esto, estar a mi lado en esta obra. Por esto hijitos ,os repito, no os entreguéis a las actividades externas, no hagáis como los fariseos que recorrían miles de kilómetros para hacer prosélitos y después no reconocieron a mi Hijo.
Os pido que estéis siempre más unidos a Mí, que sigáis adelante con seguridad, en el silencio, en la verdad, en el amor y en la paz de Dios; que hagáis aquellas pocas cosas que realmente sirven. No sirven muchas cosas, sirve el poder del Espíritu Santo, y yo os invito a buscar este poder junto a Mí. Yo os prepararé para que la evangelización de esta Tierra proceda según la voluntad de Dios. Os prepararé como una madre lo hace con su hija para las nupcias, la adorna y le pone vestidos relucientes. Así hago yo con mi pueblo: lo preparo para las nupcias con el Rey de reyes.
El Señor no vendrá antes que yo haya engendrado a todos los hijos que debo engendrar; lo haré con vuestra ayuda. Estad cerca de mí y yo estaré cerca de vosotros. Os mandaré los ángeles, porque el Señor me ha concedido la gracia y el poder de enviarlos donde quiera.
Estad unidos conmigo, con San Miguel y con todos los instrumentos extraordinarios.
Seguid adelante con simplicidad, pero con toda la fuerza del Espíritu Santo.
Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo “.