Os proponemos el mensaje de Jesús del 3 de Agosto, vigilia de la consagración de la Tierra a Dios Padre. Adjuntamos también el mensaje de Dios Padre en el día de la consagración. Encontraréis muchos pasajes que se refieren a todos los hijos de Dios y que dan respuestas a sus preguntas. Rezad y reflexionad sobre todo esto. A continuación reflexionaremos juntos y nos disponemos para realizar las promesas que Jesús nos ha anunciado. Os acompañamos con la plegaria y os bendecimos.
Stefania Caterina y Tomislav Vlasic
MENSAJE DE JESÚS
SOBRE LA TIERRA COMIENZA LA NUEVA CREACION
Queridos hijos: después de tanta fatiga y en medio de tantas pruebas habéis llegado a un giro en vuestro camino: habéis llegado a la consagración de toda la Tierra al Padre y lo haréis mañana.
Os digo que esta consagración no es un acto de devoción cualquiera, hecho en un grupo de oración o en cualquier otro contexto. Es un acto solemne cumplido por vosotros sobre la Tierra en nombre de toda la Iglesia de Jesucristo del universo y cumplido, a través de vosotros, por toda la Iglesia presente en el universo. Será consagrado el planeta Tierra, donde sucederán los últimos eventos.
Hijitos, ustedesno han tomado conciencia que sobre la Tierra se acabará la creación vieja y comenzará la creación nueva: acabarán los tiempos antiguos y comenzarán los nuevos. Os encontráis viviendo en un escenario importantísimo de la historia de la humanidad. Por eso os dije que mañana, junto a vosotros, toda la Iglesia del Universo consagrará la Tierra. Ella, de ahora en adelante, será el escenario para todos. En cierto sentidola Tierra pertenecerá a toda la Iglesia del universo: será custodiada por la Iglesia del universo, precisamente, porque sobre este planeta deberá cumplirse la salvación y comenzar la creación nueva.
Las cosas que os digo son muy grandes, difíciles de comprender racionalmente, pero el Espíritu Santo os guiará y Yo también os guiaré. El Padre desea que comprendáis la gravedad de los tiempos que estáis viviendo y que seáis concientes que Satanás está actuando para deshacer todo esto. Efectivamente los hijos de las tinieblas consagran continuamente la Tierra a Lucifer y a los y a los príncipes de los demonios para impedir que aquí se realicen los eventos de la salvación. Pero nadie podrá impedir estos acontecimientos.
Por eso mañana estaré en medio vuestro para consagrar junto a vosotros la Tierra. La consagraré en mi Iglesia. Junto a vosotros, consagraré al Padre este planeta que tanto amo, sobre el que me he encarnado, he caminado, he muerto y resucitado, donde os he mostrado la vida. Recordad mis palabras en el Evangelio, “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.(1) Nadie podrá impedir que la vida que yo traje sobre la Tierra se manifieste en toda su potencia. Lucifer no puede nada contra la vida de Dios, porque el lleva consigo solo la muerte. Yo la he venido por todos vosotros y en cada uno de vosotros.
Yo soy Aquel que abre los sellos del gran Libro de la Vida, que cada uno de vosotros escribe. Yo abro todos los sellos en cada uno de vosotros para que la vida renazca, crezca y se expanda a través de cada uno y a través de toda mi Iglesia. Ahora os pido, hijos míos, que dejéis que yo abra todos los sellos en vosotros, todos, hasta el último. Erradicad de vosotros los miedos, las dudas, los afanes del mundo; yo puedo proveeros. Tengo necesidad de un pueblo libre, que se abandone completamente a mí. Yo sé que sobre la Tierra hay muchas pruebas. Conozco bien las cruces y yo he llevado la cruz más grande por todos vosotros. Sin embargo os digo que las cruces no os sirven para otra cosa que para resucitar.
Más tarde recibiréis la unción (2) y seré yo quien os ungiré, como Sumo Sacerdote, a través de las manos de mis sacerdotes. Os ungiré porque deseo sanaros profundamente. Deseo sanar vuestro espíritu, vuestra alma y vuestro cuerpo. ¡Tened fe, hijitos! Aun vuestras enfermedades están insertas en un contexto muy grande. Quien de vosotros está enfermo no se desanime, sino ofrézcame todo a mí, y a través de mí ofrezca todo al Padre. Yo puedo derrotar todas vuestras enfermedades; si permito que sufráis es solamente porque a través de estas pruebasyo puedo elevaros no solo a vosotros, sino a toda mi Iglesia. Cada uno de vosotros lleva un trozo de mi Cruz; no debéis tener miedo porque mi Cruz significa resurrección.
Os bendigo hoy a todos de modo especial. Bendigo a cuantos entre vosotros sufren, están inciertos, dudan; a cuantos no logran perdonarse y acogerse plenamente a mi Misericordia. Yo soy la Misericordia y así pasaré en medio de vosotros: a través del óleo que recibiréis, estaréis ungidos por mi misericordia.
Hijitos, resurgid porque los tiempos son cortos. La consagración de la Tierra que mi Padre ha querido os da a entender que los tiempos son verdaderamente breves.No hay más tiempo para diversiones, para el si y no. Ahora caminad con decisión hacia la vida y la vida os saldrá al encuentro. No temáis yo estoy con vosotros y os acompañaré siempre, en cada momento, en cada prueba. YO LOY LA VIDA. No lo olvidéis.
Os bendigo con la bendición de la vida, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. “
(1) Jn.10,10
(2)Durante la celebración el pueblo recibió la UNCION para confirmar la gracia de someterse al querer del Padre.