30 de mayo de 2020 –Vigilia de Pentecostés- Mensaje del Espíritu Santo
EL CONOCIMIENTO ES AMOR
Queridos hijos:
Habéis llegado a este día importante en el que recordáis mi descenso sobre la Iglesia, fruto del Sacrificio de Jesucristo. Antes solo podía trabajar plenamente solo en algunos individuos, en los profetas y en los santos, pero no en todo el pueblo. Después de la muerte y la resurrección de Jesús he podido descender sobre el pueblo entero de Dios para santificarlo, para recordarle a cada uno y a todos la enseñanza de Jesús, la profunda enseñanza que habéis recibido ya desde la concepción, si le habéis dicho SI a Dios.
Jesús ha dicho claramente que el mundo no puede recibirme porque no me ve y no me conoce (1).Podéis constatar la verdad de sus palabras: el mundo no me ve, no me conoce, no puede recibirme porque no me ama, no me busca y no me llama. Nadie puede conocer lo que no ama porque el conocimiento es amor; el verdadero conocimiento, no el racional, escolástico, científico, nace en el amor. El amor se nutre de silencio, no el silencio muerto del mundo, sino el silencio creativo en el que yo actúo como creador para daros la vida y renovarla en vosotros.
En el silencio profundo de vuestro ser, cuando os inclináis delante de Dios, reconociendo que sois humildes criaturas, yo genero en vosotros la vida. Así florece el conocimiento y yo actúo plenamente en vosotros. Lo mismo vale para el pueblo: si un pueblo entero vive sumergido en el silencio creativo y desea conocerme yo me doy a conocer, porque estoy dentro de vosotros, estoy con vosotros, actúo por encima de vosotros y podéis conocerme.Los ríos de agua viva de los cuales habló Jesús (2) no brotan solamente de lo íntimo de quien cree en Cristo, sino también del seno de un pueblo entero. Esto es lo que yo espero de vosotros: que del seno de esta Iglesia fluyan ríos de agua viva que bañen el desierto de vuestra humanidad.
Hijitos, como Iglesia de Jesucristo del Universo me habéis consagrado este año 2020, por eso no os maravilléis de cuanto está ocurriendo en la Tierra..(3) Dios confunde los proyectos de los pueblos(4) y yo he intervenido poderosamente para perturbar hasta las raíces esta humanidad. Debo salvaros del grave peligro que proviene del corazón de los hombres, de la maldad de los poderosos, de aquellos que en el bajo universo complotan para bajar a la Tierra a conquistar, a matar, a robar y a aniquilar al pueblo de Dios. Ahora la Tierra sufre y llora. Los poderosos están perdidos, confundidos, no saben qué sucederá. Satanás mismo tiembla porque ve que el Señor Dios Omnipotente puede desarmar en un instante todos sus planes, elaborados desde hace milenios. Hijitos, os pido que consagréis continuamente a los enfermos y a las víctimas de esta pandemia, para que sean mártires por la salvación de la Tierra. Yo no habría querido nunca esta situación, pero la maldad del hombre la hizo posible y yo la he permitido para destruir los planes de los dominadores de la Tierra.
Rezad y ofreced a Dios los sufrimientos y las víctimas de este virus para que su sacrificio no sea en vano. Si esta Iglesia hace esto el sufrimiento y la muerte de tantas personas resultarán salvíficos. Aunque no todos sufren y mueren cristianamente, si son ayudados,,ofrecidos a Dios y santificados, sus sufrimientos y su muerte son un martirio que clama delante de Dios. La Iglesia de Jesucristo del Universo, unida y ofrecida a través de María Corredentora puede ayudar a muchos a redimirse indicando el camino de la salvación.
Sin embargo, lo que sucederá todavía sobre la Tierra será grave, porque esta humanidad no quiere cambiarse a sí misma. Sin embargo esto no os debe atemorizar porque yo os protejo y alejo el mal de vosotros. Lo que os pido hoy es la fidelidad a todo lo que se os ha dado, la fidelidad a la vida que yo os regalo. No traicionéis nunca la vida de Dios para que vuestra vida no se transforme en muerte. Sed fieles a la vida que habéis recibido y ella florecerá en vosotros; florecerá aún en el desierto.
Yo soy aquel que habla desde el fuego. Moisés lo recordaba al pueblo de Israel en el desierto cuando decía: “El Señor os habló desde el fuego”.(5) Sí yo soy el fuego del cual os habla la Santísima Trinidad y os envío como llamaradas de mi fuego a incendiar la Tierra. Os envío a los hijos de Dios dispersos y sufrientes que lloran y mueren. Tienen necesidad de la luz, tienen necesidad de mi fuego. También vosotros seréis la Iglesia que habla del fuego, del fuego de mi amor.
Sed simples, serenos, fuertes y maduros. Con la madurez de Cristo acoged cada prueba no como una desgracia que pende sobre vuestras cabezas sino como una oportunidad que Dios os concede para mejorar y reforzaros a vosotros mismos. Ejercitando todas la virtudes para poneros en acción y resultar criaturas nuevas.(6) Yo os sostengo y os amo. Desciendo sobre vosotros con toda la potencia trinitaria, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”
(1)cfr Jn.14-17
(2)cfr Jn.7, 37-39
(3) Se refiere a la grave pandemia del Covid 19 que desde el inicio del 2020 está postrando a miles de víctimas sobre la Tierra.
(4) Gen. 11,1-9
(5)cfr.Dt. 4, 11-15;Dt.4, 33-36; Dt5, 4-24
(6) 2Pt,