“Caminad sobre la huella de los santos en comunión con ellos” – “Vivid ya en el Pentecostés cósmico”

29 de junio 2021 – Fiesta de los Santos Pedro y Pablo

Mensaje de San Pedro apóstol

“Caminad sobre la huella de los santos en comunión con ellos”

En este tiempo toda la Iglesia de Jesucristo del Universo atraviesa una fase de gran dinamismo, porque la VENIDA INTERMEDIA DE JESÚS a la Tierra nos pone a todos en un camino exigente y dinámico. También nosotros los santos que nos encontramos ya en la luz de Dios participamos en espíritu en la acción de Jesús sobre la Tierra socorriendo al pueblo, como lo acabo de decir, pero acompañando a Jesús en abrir el corazón de los hombres. Nosotros podemos ayudar al corazón de los hombres a abrirse a Dios, a abrirse como una flor.

“Queridos hermanos y hermanas:

Os saludo con el amor de Dios y os traigo su paz. Junto a mi hermano Pablo, deseo abrazaros a todos y agradecer a este pueblo por el camino que ha cumplido, por las pruebas que ha superado y por la fidelidad que ha demostrado a Dios.

Vosotros nos proclamáis apóstoles, colocados por Dios como fundamentos de la Iglesia[1] y verdaderamente lo somos: a través de nuestras palabras, los escritos y la sangre derramada por Cristo hemos contribuido a edificar la Iglesia que ha fundado Nuestro Señor Jesucristo. Es siempre Él quien cumple la obra y nosotros participamos, en la medida en la que estamos abiertos a recibir su amor y su poder.

Todos nosotros apóstoles y santos de todo tiempo y lugar hemos dejado detrás nuestro una huella de luz, fe esperanza y amor y vosotros ahora debéis seguir nuestras sendas. Es importante que comprendáis que los santos no están estáticos en el Cielo, piezas inmóviles en el tablero de la eternidad. Por el contrario, todos nosotros, apóstoles, mártires y profetas estamos en perpetuo movimiento porque estamos implicados en la dinamicidad de la acción del Espíritu Santo. Completamos lo que los vivos y difuntos en dificultad no logran cumplir como quisieran. Los ayudamos y estamos y estamos cerca de su cansancio para que lleven a cumplimiento aquello que Dios les ha confiado.

Nuestra plegaria de intercesión es continua delante del trono de Dios. Debe serviros de aliento es saber que no estáis solos. No tengáis temor: Dios no mira los resultados  pero observa la buena voluntad, el empeño y el amor que ponéis en lo que hacéis. En todo lugar donde viva un hombre de buena voluntad que ama a Dios y a su Hijo Jesucristo, ahí llegan siempre nuestras plegarias y nuestra intercesión; y así no estáis nunca abandonados.

En este tiempo toda la Iglesia de Jesucristo del Universo  atraviesa una fase de gran dinamismo, porque la VENIDA INTERMEDIA DE JESÚS a la Tierra nos pone a todos en un camino exigente y dinámico. También nosotros los santos que nos encontramos ya en la luz de Dios participamos en espíritu en la acción de Jesús sobre la Tierra socorriendo al pueblo, como lo acabo de decir, pero acompañando a Jesús en abrir el corazón de los hombres. Nosotros podemos ayudar al corazón de los hombres a abrirse a Dios, a abrirse como una flor.

Por esto os pido que estéis muy unidos a los santos. Sobre todo al santo del día, porque en la fecha en que lo celebráis el santo recibe de Dios un poder especial de intercesión para todos vosotros. En realidad cada día se celebran en el cielo millares de santos. Vosotros os acordáis de uno o más, pero en el recuerdo están todos los otros que solo Dios conoce; muchos santos han permanecido anónimos, tanto sobre la Tierra  como en otros partes del Universo, pero todos en ese día reciben un gran poder de intercesión y están muy cercanos a vosotros.

Después de los santos del día recordaos de vuestros santos patrones de los cuales lleváis el nombre, o a los que sentís especialmente cercanos y los habéis elegido vuestros protectores; estos continuamente  interceden por vosotros, no solo el día en los celebráis. En fin, acordaos de todos los santos, también de los desconocidos, porque toda la Iglesia del Universo está en movimiento y está unida más que nunca para enfrentar las fuerzas del Mal. Poneos pues en camino lo más rápido que podáis sobre la huella de los santos.

Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

 

MENSAJE DE SAN PABLO APÓSTOL

“Vivid ya en el Pentecostés cósmico”

Vosotros estáis viviendo en el PENTECOSTÉS CÓSMICO. El ya comenzó pero ha tenido una fuerte aceleración luego de la proclamación de la existencia, también sobre la Tierra de la “Iglesia de Jesucristo del Universo”, que habéis hecho en 2018. El vuestro era el último planeta en recibir el anuncio de la existencia y de la acción de esta Iglesia. Por eso el Pentecostés cósmico es ya un hecho y el Señor prosigue con su poderosa acción. Este Pentecostés ha preparado en los años transcurridos la VENIDA INTERMEDIA de Jesús y ahora prepara su VENIDA GLORIOSA en el fin de los tiempos. En el momento en que Cristo retornará glorioso, el Pentecostés  será un evento cósmico grandioso y visible para todos.

“Queridos hermanos y hermanas:

Deseo agregar de mi parte, que lo que verdaderamente cuenta a los ojos de Dios es el amor que tenéis a Él.[2] Sabéis bien cómo me he comportado con la Iglesia de Jesucristo antes de mi conversión: he perseguido, hice encarcelar a muchos de mis hermanos cristianos; los he despreciado. No obstante esto, el Señor me ha llamado a servirlo.[3] Ha considerado mi si en el momento de mi concepción, y ha visto anticipadamente el amor que de aquel momento en adelante habría tenido por Él: un amor fuerte e inquebrantable.

Justamente porque antes había perseguido al Señor, no habría podido más volver atrás. Había experimentado qué sucede cuando se persigue a Jesús[4]: se vive en el infierno, como me sucedía a mí cuando perseguía a la Iglesia. Pero este amor a Jesús permaneció firme en mí y no me volví nunca atrás. No he negado al Señor, como lo había hecho Pedro, porque ya lo había hecho antes de mi conversión, y después no lo hice más.

Pido a todos vosotros que tengáis el mismo amor fuerte y generoso a Jesús. El amor a Él es la única garantía para vosotros de un amor sincero al Padre pero también del don del Espíritu Santo. El Padre concede este regalo solamente a los verdaderos seguidores de Cristo, que lo aman, lo acogen y lo reconocen por Aquel que es: el Señor del Universo, el Hijo del Dios Altísimo. Buscad cultivar mucho amor a Jesús. Ahora es el tiempo en el que la Iglesia debe manifestar este amor en todo el Universo y especialmente en la Tierra, donde las falsas religiones y la falsa Iglesia no manifiestan este amor.

Debéis sostener alto el estandarte de Cristo: no solo su Cruz y Resurrección, sino también el del amor a Él que os impulsa a todo y hacia todos; que os hace capaces de abrazar a amigos y a enemigos y os hace mejorar a la humanidad que sufre.[5]

Yo ruego por vosotros junto a todos los santos: como os lo ha dicho Pedro, estamos todos en acción en este tiempo. Le comunicamos a vuestro espíritu el fruto de lo que hemos hecho y experimentado mientras estábamos en el cuerpo. Así, de espíritu a espíritu, pasa la inmensa riqueza de Dios a través de las generaciones de los santos.

No penséis que la comunicación entre vosotros y nosotros suceda solamente cuando os hablamos como lo estamos haciendo ahora: nosotros le comunicamos a vuestro espíritu todo aquello que el Señor nos permite, aun cuando vosotros no estéis conscientes, cuando dormís o estáis ocupados en otras actividades. Continuamos alimentando vuestro espíritu, transmitiéndoos nuestro poder, y la experiencia vivida también en las pruebas que ya hemos superado. Permaneced unidos a nosotros como lo estamos a vosotros y entonces la Iglesia de todo el Universo será invencible y resplandecerá como la verdadera esposa de Cristo.

Vosotros estáis viviendo en el PENTECOSTÉS CÓSMICO. El ya comenzó pero ha tenido una fuerte aceleración luego de la proclamación de la existencia, también sobre la Tierra de la “Iglesia de Jesucristo del Universo”, que habéis hecho en 2018. El vuestro era el último planeta en recibir el anuncio de la existencia y de la acción de esta Iglesia. Por eso el Pentecostés cósmico es ya un hecho y el Señor prosigue con su poderosa acción. Este Pentecostés ha preparado en los años transcurridos la VENIDA INTERMEDIA de Jesús y ahora prepara su VENIDA GLORIOSA en el fin de los tiempos. En el momento en que Cristo retornará glorioso, el Pentecostés será un evento cósmico grandioso y visible para todos.

Os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

[1] cfr Ap 21, 14; Ef 2, 19-21

[2] cfr 1Cor 13, 1-13

[3] cfr Hechos 9, 1-19

[4] Hechos 9, 3-4

[5] cfr Rm 12, 9-21