Queridos  hermanos y hermanas.

¿Qué es la Iglesia de Jesucristo del universo? A esta pregunta responde el Espíritu Santo en el mensaje que hoy os  proponemos y del cual resumimos los puntos sobresalientes.

Esta Iglesia es “una e indivisible en todo el universo”. Efectivamente los hijos de Dios no pueden estar divididos porque su  Dios, aun siendo  tres Personas está unido en la misma naturaleza. Es Dios Trino y Uno. Así los hijos de Dios se unen entre ellos en el Espíritu Santo por medio del Hijo Jesucristo para ser elevados al Padre.

La Iglesia de la que hablamos es la misma fundada por Jesucristo, que permaneció fiel a Dios a lo largo de la  historia y destinada a unirse místicamente a Cristo,  con el fin de resultar un instrumento válido y capaz de recapitular en Cristo la creación entera. Ella prepara y espera la segunda venida gloriosa de su Señor para entrar con él en la creación nueva prometida por Dios.(1)

Esta Iglesia abarca a los creyentes en Cristo en todo el universo; es la Iglesia peregrina, purgante y gloriosa. Dios la recoge desde todos los rincones del universo para conducirla “ a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hasta el Hombre Perfecto, hasta alcanzar la medida de la plenitud de Cristo”.(2) La vuelve poderosa para que venza las fuerzas  infernales que en este  tiempo se manifiestan  sobre todo a través del Anticristo  y del Falso Profeta.

La Santísima Trinidad  renueva su sello sobre cuantos  permanecieron fieles a Dios a lo largo de los milenios y sobre cuantos hoy decidieron ser fieles seguidores de Jesucristo, viviendo según el pensamiento de Dios como san Pedro. (3)

Al auguraros una lectura fructuosa del mensaje  os saludamos y os bendecimos

EL  SELLO  DE LA  SANTISIMA TRINIDAD

Mensaje del Espíritu Santo. 19 mayo2018

 

Queridísimos hijos.

Os bendigo y os agradezco porque estáis hoy aquí. En estos años hemos caminado juntos y habéis sido instruidos. Os ha sido transmitido  integralmente todo aquello que Jesús ha enseñado a sus Apóstoles. Vosotros escuchasteis estas enseñanzas y queréis vivirlas.

Como sabéis los Apóstoles no pudieron transmitir a la primera Iglesia todo aquello que habían recibido. Después de la muerte de los Apóstoles y  en las primeras generaciones cambiaron muchas cosas en la Iglesia.  La Iglesia se acercó a los poderosos de la Tierra hasta resultar ella misma una estructura de poder, una potencia entre las otras potencias de la Tierra.

Sin embargo, a lo largo de los siglos un pequeño resto se mantuvo fiel y ha conservado íntegramente la enseñanza de los Apóstoles transmitiéndola como podía a los demás. Esta pequeña Iglesia  estuvo siempre perseguida y no ha podido hacer oir su voz; ha vivido en las catacumbas. Esta Iglesia silenciosa y oculta ha entregado al mundo  santos, mártires y profetas que han dado su sangre por amor a Cristo. Ha sido custodiada por Dios, protegida como una flor bajo la nieve. Ahora ha llegado el tiempo de que esta Iglesia salga finalmente a la luz, porque  es la verdadera Iglesia de Cristo. Ella recoge en sí la santidad de toda la historia del cristianismo, la plegaria, los sacrificios, las lágrimas de tantos santos.

Dios ha elegido este tiempo y este pueblo sobre la Tierra para manifestar abiertamente su Iglesia, una e indivisible en todo el universo.

A lo largo de la historia Dios ha mantenido viva la comunión entre las humanidades fieles y la pequeña Iglesia escondida de Cristo, pero solamente a vosotros,  en este tiempo ha sido dada la  plenitud de la revelación que es ésta: Jesucristo ha muerto y resucitado por los hombres de todo el universo. De su costado ha nacido la Iglesia del Universo, del seno de María Santísima descendió la vida sobre esta Iglesia. De ahora en adelante, a los ojos de Dios esta será la única Iglesia sobre la Tierra y en el universo. Yo actuaré en todas las almas de buena voluntad sobre la Tierra y en el universo para llevarlas a esta Iglesia: nadie será olvidado.

En esta Iglesia no entrará la hipocresía. Ningún ambicioso, nadie que ambiciones puestos de honor podrá ser parte de esta Iglesia. Será una Iglesia simple, pobre de medios materiales, pero rica de gracia y de doctrina capaz de atraer las almas que aman a Dios y que desean servir y testimoniar  a Jesucristo.

Todo lo que no forme parte de esta Iglesia está destinado a desaparecer. ¡Qué nadie se atreva a profanar esta Iglesia!. Quien busque destruirla será destruido. Quien busque  detenerla será arrasado. ¡Guay de ti Lucifer si osas tocar esta Iglesia mía!

Hijos míos, os pido una sola cosa: que permanezcáis simples, humildes y fieles a todo lo que habéis aprendido en estos años, fieles a la experiencia que habéis vivido. Ninguna otra enseñanza os servirá. Vendrán tiempos de gran confusión, pero si os mantenéis fieles a lo que habéis aprendido la confusión no os tocará. Yo os protegeré y estaré siempre con vosotros.

 

En esta solemne celebración descenderé sobre vosotros que estáis presentes y sobre los ausentes que se adhieren a estos programas; desciendo sobre cuantos, a través de vosotros están unidos a esta Iglesia. Imprimiré en todos el sello de la Santísima Trinidad. El será visible para todos los hijos de Dios y los atraerá al Corazón de Cristo; pero alejará a los enemigos. ¡Sed valientes, sed fuertes! Dios Trino y Uno no dejará de cumplir su obra en cada uno de vosotros y en toda su Iglesia del Universo.

Os bendigo con la  potencia trinitaria en el nombre del  Padre,  del Hijo y del Espíritu Santo.

1)2 Pt.3

2)Ap. 21-22