RENUEVO  CON VOSOTROS MI ALIANZA

19 DE ENERO DE 2020- Solemne Consagración del  pueblo a la Santísima Trinidad

Mensaje de  Dios Padre :”Renuevo con vosotros mi alianza”.

Queridísimos hijos:

Habéis llegado a este día en el que decidisteis consagraros solemnemente a la Santísima Trinidad.(1) Es un día muy importante para vosotros aquí presentes, para todo el pueblo unido, y para cuantos sobre la Tierra se sienten parte de la Iglesia de todo el universo.

 Este día es un punto de llegada y de partida. Es un  punto de llegada porque hoy concluye  vuestra preparación y es un  punto de partida porque hoy comienza para vosotros  la verdadera misión. Esto no significa que no tendréis más explicaciones porque la luz siempre os será dada. Digo que desde hoy comienza vuestra verdadera misión, porque cuanto habéis recibido ahora debéis ponerlo en práctica y testimoniarlo. A través de vosotros debe testimoniarse mi gloria, porque la Iglesia está llamada a manifestar la gloria de la Santísima Trinidad, especialmente mi gloria de Padre. Yo soy el  Padre que ama a todos y que desea salvar a todos. Sin embargo no puedo salvar a todos, no porque no  lo quiera sino porque  los hombres no lo quieren ni tampoco los espíritus del mal.

He enviado a mi Hijo Jesús sobre la Tierra para liberaros de los demonios y de los ídolos, tras de los cuales se manifiestan siempre los demonios Sabed que detrás de todo ídolo está siempre un demonio; porque cuando servís a los ídolos os sometéis a los demonios. He enviado a mi Hijo a instituir sobre la Tierra  a la Iglesia, que es mi pueblo, llamado a manifestar la salvación. A lo largo de los siglos he observado todo lo que la Iglesia ha hecho y no ha hecho. He observado a los cristianos de la Tierra y he  visto  cosas que nunca habría querido ver. No obstante la venida de mi Hijo en la carne debo constatar que la Tierra es todavía pagana: está infestada de demonios y de ídolos de todo tipo.

Hijitos, este tiempo es muy grave. Vuestro planeta está semidestruido como podéis verlo en la naturaleza. Los elemento de la tierra, del agua, del fuego y  del aire están convulsionados manchados y profanados. Así está también el corazón del hombre. La Iglesia está dividida en si misma, fragmentada desde el inicio. Los cristianos han combatido una batalla inútil los unos contra los otros, confesiones contra confesiones,  doctrinas contra doctrinas. En lugar de la espada han utilizado la palabra de Dios. En nombre de mi Hijo Jesús han procesado, matado, robado y han cometido acciones terribles a mis ojos.

Quiero deciros sin embargo que la verdadera Iglesia está y siempre ha estado. No salió nunca de las catacumbas, porque otra estructura, que se define  Iglesia se ha impuesto, poco a poco,  en el curso de la historia. Siempre hubieron dos Iglesias:  la de Cristo, que me pertenece, y la de Lucifer que le pertenece a él. Dos entidades diversas, dos realidades contrapuestas,  obligadas a convivir en nombre de un sistema jerárquico.

Hijitos, ha llegado el tiempo en que Yo separe la Iglesia verdadera de la falsa.  Esto, después que se ha llegado al punto que el Papa, representante de los católicos, o sea de una  gran  parte de los cristianos de la Tierra,  ha introducido un ídolo en la Iglesia.(2) Lo ha colocado delante del altar que se levanta sobre los despojos del glorioso Apóstol Pedro. Ha colocado un ídolo delante de mi Hijo,  presente en el altar, en una actitud de abierto desafío. Esto ha colmado la medida para mis ojos y  ya no tiene vuelta atrás. Hasta hoy es esperado que esta falsa Iglesia se convirtiera, pero esto no ha sucedido. Por eso os digo que esta no es mi Iglesia, no lo ha sido nunca y nunca lo será. Hoy divido la verdadera Iglesia de aquella Iglesia falsa y renuevo con vosotros alianza eterna que nadie podrá nunca romper.  La alianza conmigo tiene un solo nombre: Mi Hijo Jesucristo. El es la alianza viviente. Él  es la garantía que vosotros sois míos.

La Iglesia falsa ha actuado en todos estos milenios para disminuir la figura de mi Hijo y volverla inocua, evanescente. Jesús ha sido presentado como líder  de una religión,  un profeta entre tantos, un maestro espiritual virtuoso y nada más.  Pero Jesucristo, mi Hijo es el único Salvador de la  humanidad, el Señor del Universo, que gobierna en mi nombre la Creación entera. Quien quiera venir a mí debe pasar a través de Él y reconocerlo como Hijo de Dios, Señor y Único Maestro. Sin esto no puede haber ninguna alianza conmigo y no la habrá nunca. He utilizado misericordia pero ahora utilizaré la justicia. Cada cual sabrá inexorablemente lo que ha elegido.

La falsa Iglesia ha obrado también para profanar y desvalorizar el sacramento de la Eucaristía, negando que en ella esté la Presencia de mi Hijo.

La Iglesia falsa ha hecho  de modo que los cristianos se volvieran fríos con la Eucaristía insinuando en ellos muchas dudas sobre este sacramente. Una gran  parte de los cristianos no cree ya en la presencia de Jesús en la Eucaristía.

La falsa Iglesia ha buscado anular y volver superflua la figura y la presencia  de María Santísima, que es mi Hija predilecta, Madre de Dios, Esposa del Espíritu Santo, y corredentora de la Humanidad. María os ha sido regalada como Madre, pero la falsa Iglesia la sacó fuera, acogiendo en su lugar un ídolo  que representa la Madre Tierra.(3) Esto ya es demasiado y la medida está colmada.

De ahora en adelante la Iglesia verdadera  será separada de la falsa y crecerá. Manifestará mi potencia y mi gloria. Sabed que existe una sola Iglesia, fundada por mi Hijo Jesucristo sobre la Tierra. Ella reconoce a la Santísima Trinidad y a María Reina y Corredentora de la Humanidad. Acepta y vive la comunión con todos los hermanos del Universo; desarrolla su misión en todas partes para llevar la salvación a los vivos y a los difuntos. No existe otra Iglesia y no existirá.

En este día en que os consagráis a la Santísima Trinidad prometo los nuevos Cielos y la Nueva Tierra (4) a vosotros y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad de este planeta que desean vivir en la verdadera Iglesia de Jesucristo de todo el Universo. Este planeta no será destruido, aunque Lucifer lo querría,  por su envidia y su maldad.  El sabe que Yo daré la Tierra a mi pueblo y no os quiere dejar siquiera una pajita; pero no lo permitiré. Tendréis nuevos Cielos y Tierra nueva. Veréis resurgir el planeta y esto sucederá a través de la transformación del corazón de los hombres, a mi obra y a mi Iglesia.  Un pueblo nuevo finalmente vivirá las enseñanzas de mi Hijo, los mandamientos y las leyes divinas que he impreso en los corazones, como debía ser desde el principio. Esto transformará la Tierra.

Esta transformación no será fruto de magia, o de algo externo a vosotros, sino que sucederá en vosotros y a través de vosotros. Veréis que poco a poco se despiertan las conciencias de los buenos, porque el Espíritu Santo actuará en todas las partes de la Tierra y del Universo para despertar la memoria de mí  en los  hijos de Dios para hacerles recordar la  santidad de mis leyes.

Cuando todo esté cumplido,  Mi Hijo retornará a la Tierra. No se presentará más  como el Cordero manso para dejarse destrozar por los hijos de Lucifer, sino como Rey y Triunfador para recoger a su pueblo y expulsar de una vez para siempre a Lucifer y su pueblo. Sobre la Tierra no habrá ya más lugar para Satanás ni para sus hijos. Cuantos lo han elegido,  adorado, y querido, estarán con él para siempre. Mi pueblo, en cambio, triunfará. Triunfará el Corazón Inmaculado de María Santísima, vuestra Madre y Reina, Madre de Dios. El triunfo de su Corazón será el triunfo del Corazón de mi Hijo, y el Corazón de mi Hijo triunfará  por mí, por mi gloria. Por eso queridos hijos, recordad bien  este día como un día de renacimiento para todo el universo  que observa desde hace mucho tiempo los pasos de vuestra humanidad.(5)  El tiempo para que yo libere los prisioneros, abra los ojos a los ciegos (6) a fin de que reconozcan la verdadera Iglesia en la que vive Jesús y que es también la cátedra desde la cual os amaestra. La cátedra de Jesús es su  pueblo, no hay otra (7) Por eso os pido que tengáis coraje, fe absoluta en mí y que no temáis nada.

Mi alianza con vosotros será indestructible, y nadie podrá violarla. Si hoy me dais vuestro Sí como pueblo Yo actuaré en medio vuestro. A través de vosotros suscitaré sobre la Tierra un pueblo que crecerá siempre más y se unirá a vosotros en espíritu (8) No deberéis hacer grandes cosas. Os pido solamente que viváis con fidelidad absoluta todo aquello que habéis aprendido aquí y proclamado. Yo trabajaré por medio vuestro, sobre todos los altares, en todas las iglesias y templos, donde exista un hijo de Dios que arrebatarle al mal para conducirlo a la verdadera Iglesia. La iglesia  de satanás se secará  y acabará en un árbol seco.

Lo que el Papa ha cumplido es un acto de idolatría semejante a aquel del Becerro de Oro.(9). Por eso es necesario que Yo renueve mi alianza con un pueblo nuevo, y así será. Haced vivir esta alianza en vosotros y en medio de vosotros. Vivid, testimoniad, servid, amad, perdonad. Aceptad a todos los hermanos de buena voluntad que vengan a llamar a vuestras puertas ya sean las de vuestras casas o la de vuestras almas. Aceptadlas en  vuestras celebraciones, unidlas con vuestras plegarias. Haced de forma que cuando recéis, individualmente o en conjunto, vuestra plegaria resuene en todos los lugares del universo donde haya necesidad de la Iglesia,  y así sucederá. Si sois fieles  ninguna de vuestras plegarias  será infructuosa. Vuestras palabras resonarán en todos los lugares, hasta en el  infierno y proclamarán mi grandeza. Por eso hijitos míos  seguid adelante y no temáis nada.

A Lucifer y a su pueblo les digo : prestad  atención : ¡guay de vosotros si osáis poner un dedo sobre esta Iglesia!  Habéis desafiado al Dios Eterno, el Padre de la gloria y ahora recibiréis a cambio cuanto habéis sembrado. ¡guay de vosotros si siquiera tocaréis a mi pueblo, y tentarais de infiltraros en él!  ¡Guay de vosotros  si continuáis destruyendo mi creación!  Ahora un pueblo nuevo y fuerte se  opondrá a vosotros y no podréis hacer nada. Todo el bien que habéis tratado de impedir sobre la Tierra, deteniendo a la Iglesia se os opondrá. Todo el mal que habéis hecho y las maldiciones con las cuales habéis llenado Tierra retornarán a vosotros. Esta es la  justicia. Para vosotros se acabó el tiempo  de la misericordia y comienza el tiempo de la justicia, porque Yo debo proteger a mis hijos y lo haré. Así lo he decidido y así será.

Y vosotros Pueblo mío vivid con fe, coraje y amor y no os  dejaré faltar nada. Os agradezco por cada paso que daréis conmigo. Recordad bien que de ahora en adelante, seréis propiedad absoluta de la Santísima Trinidad, de la cual dependeréis  en todo. No os apoyaréis más sobre la ciencia humana, sobre las doctrinas y las tecnologías humanas, sino que viviréis al servicio de la Santísima Trinidad que hará de vosotros una humanidad nueva.

Os lo prometo y os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

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(1)en este día la Fundación Fortaleza de la Inmaculada y todo el  pueblo que se une a ella se han consagrado solemnemente a la Santísima Trinidad.  Este acto  culmina un largo camino de recapitulación en Cristo de la vida de cada uno y de todo el pueblo.

(2) el 7 de octubre de 2019, en ocasión del Sínodo de la Amazonia, el  Papa ha permitido  que el ídolo de la “Pachamama”, que precedentemente había bendecido, fuese introducido en la Basílica de San Pedro y colocado frente al altar mayor.

(3) se refiere de nuevo a la estatuilla de la  Pachamama.

(4)cfr Ap 21, 1 2Pt.3,

(5) La fundación Fortaleza de la Inmaculada se empeña en renovar cada año  en este día la solemne consagración a la Santísima Trinidad.

(6) Is. 42.6-7

(7) El pueblo cristiano está unido a su Señor en el Espíritu Santo. En comunión universal no conoce ni facciones ni divisiones.

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